Definitivamente las mañanas se han convertido en mis momentos favoritos del día. Noto en sus abrazos su necesidad de cariño y le correspondo como solo yo soy capaz de hacer. Abrazos en la cama, desayunando, antes de irse a trabajar...
Antes me apartaban de un manotazo y siempre se iba con prisas. Ahora madruga, hace las cosas con calma y sobretodo me busca y me necesita.
No sé por qué dice la gente que los divorcios son traumáticos...
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